La Ultima Ballena Irlandesa
Recientemente mi tío John falleció a los 84 años en Boston, Massachusetts. El Dr. John F. Lawlor compitió para irlanda en lanzamiento de martillo en los Juegos Olímpicos de verano de 1960 en Roma, terminando en cuarta posición con una marca de 64.95m, a un suspiro de la medalla de bronce.
Desde entonces ningún irlandés ha llegado a una final olímpica en lanzamiento de martillo.
Sin embargo hubo una época, y una época bien larga, cuando los irlandeses dominaron este deporte por completo. En las tres primeras décadas del siglo veinte Irlanda produjo los mejores lanzadores de martillo del mundo. Desde París 1900 hasta Los Angeles 1932 lanzadores irlandeses ganaron siete de las ocho medallas de oro, además de dos de plata y una de bronce. En los juegos de Londres 1908 los atletas irlandeses hicieron el triplete de oro, plata y bronce - un hito solo repetido por la Unión Soviética.
En 1913 en Nueva York Patrick Ryan, nativo de Limerick, estableció una plusmarca mundial de 57.77m que duró veinte cinco años.
Durante el mismo período los lanzadores de peso y de disco ganaron un total de tres oros y una plata. En los dos juegos que incluían además el lanzamiento de peso de 25kg (San Luis 1904 y Amberes 1920) los irlandeses ganaros dos platas y una bronce.
Sin embargo en los libros de historia olímpica solamente uno de estos hombres aparece bajo la bandera de Irlanda - el Dr. Pat O'Callaghan, oro en lanzamiento de martillo en Amsterdam 1928 y otra vez en Los Angeles 1932. Todos los demás representaron oficialmente a Estados Unidos o Canadá. Por su gran tamaño y enorme apetito éstos hombres fueron apodados las 'Ballenas Irlandesas'.
En las primeras dos décadas del siglo veinte los atletas irlandeses que querían competir a nivel internacional estaban obligados a representar a Gran Bretaña. El Irish Free State (precursor de la República de Irlanda) solo se estableció en 1921. Las Ballenas Irlandesas provenían principalmente de la Irlanda rural y siguieron el camino de emigración ya muy establecido hacia Estados Unidos en busca de oportunidad. La mayoría de ellos se asentaron en Nueva York donde había una fuerte comunidad irlandesa y tradición atlética. Ayudaron a fundar el Irish-American Athletic Club y también formaron parte del New York Athletic Club. Muchos entraron a trabajar como policías en el NYPD. Obtuvieron la ciudadanía americana en cuanto pudieron, ya que ninguno de ellos quería representar a Gran Bretaña.
Exactamente cómo un país pequeño y entonces atrasado como Irlanda pudo producir semejante cantidad de lanzadores de talla mundial aún resulta un incógnito. La mezcla de sangre celta y normanda sin duda creó una raza de hombres grandes y fuertes, y tanto el lanzamiento de martillo como el de peso descienden directamente de los juegos celtas. El lanzamiento de martillo original se hacía con un simple mazo de manga larga, y para el lanzamiento de peso se usaba una piedra.
La jabalina y el disco tienen un orígen clásico y ambos formaban parte del pentatlón en los juegos antiguos en Grecia. Irlanda solo ha producido un destacado lanzador de disco, el gran pluri-deportista olímpico Martin Sheridan del condado de Mayo, que ganó el oro en San Luis 1904 y otra vez en Londres 1908. Las Ballenas Irlandesas nunca mostraron interés en lanzar la jabalina (un deporte entonces dominado por los escandinavos)
Mi tío John Lawlor se crió en un modesto hogar de Dublín. Su padre, un sargento de la policía, murió repentinamente en 1938 dejando su madre al cuidado de cinco hijos. De joven jugó al rugby para Clontarf y también los Irish Wolfhounds (equipo reserva de la selección nacional). No fue hasta entrar en la policía dublinesa, igual que sus hermanos Paddy y Eamon, que descubrió el martillo.
Compitiendo para el Civil Service Athletic Club ganó el título nacional de martillo en 1955, y poco después recibió una beca de atletismo de la Universidad de Boston - algo excepcional para la época. En Estados Unidos fue dos veces campeón universitario NCAA y compitió en dos juegos olímpicos, primero Roma 1960 y de nuevo Tokio 1964
Por aquel entonces el lanzamiento de martillo ya estaba dominado por los atletas de la Europa oriental. El bloque soviético hacía grandes inversiones de dinero, recursos y química en sus programas de atletismo.
Se licenció y más tarde se doctoró en geología, y tuvo una gran carrera profesional en la industria de la minería. Durante el resto de su vida hizo de mentor y ayudaba a los lanzadores irlandeses en Estados Unidos.
Al igual que con las Ballenas Irlandesas, se hizo gracias a Estados Unidos. América le dió la oportunidad y los medios para pensar a lo grande, apuntar alto y desarrollar su talento más allá de las restricciones de un pequeño y todavía atrasado Irlanda. Aunque las Ballenas competían antes de que él hubiera nacido y pertenecían a un mundo ya extinguido, mi tío John siguió sus pasos, siendo un puente entre aquel mundo de brillantes amateurs y la era moderna y más profesional.
Dr. John F. Lawlor fue el primero, y hasta hoy el más destacado, de los modernos lanzadores de martillo irlandeses.