Natación en Aguas Abiertas en Asturias

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Este verano participé en una carrera de natación en el mar llamada Travesía del Este en Gijón, Asturias. Es una travesía relativamente corta, de 2.3km por la bahía de la playa San Lorenzo. Tomaron la salida ciento ocho nadadores. Había oleaje durante el primer tramo largo cruzando la bahía, pero luego más calma cuando giramos hacía el litoral. Terminé con un tiempo de 45.12 min.

Mapa de ruta de la Travesía del Este

Mapa de ruta de la Travesía del Este

Recién finalizada la Travesía del Este.

Recién finalizada la Travesía del Este.


Llevo toda la vida nadando. Siendo niño en Dublín en los años setenta me enseñó a nadar - igual que a miles de chavales - el muy querido Sr. O’Connell en la piscina CRC de Clontarf. Luego entré en el equipo de natación Guinness en Saint James’s Gate y nadé con ellos durante varios años. Dejé la natación de competición cuando tenía unos trece años. Por aquel entonces había entrado en el instituto de secundaria Mount Temple, donde jugaba en los equipos de rugby y hockey hierba.

Sin embargo la natación siguió siendo parte de mí, y volví a ella cuando era estudiante, entrenando en la Piscina Universitaria de Oviedo, donde vivía en esos años.

Comencé a nadar en el mar cuando trabajaba de socorrista en la playa de Caravia en Asturias en el verano de 1997. Ese año hice mi primera Travesía de Musel. Esta es una dura carrera de 3.8km por la bahía grande de Gijón, empezando en el muelle del Musel luego saliendo a mar abierto donde el agua está fría y a menudo revuelta, cruzando toda la bahía hasta alcanzar la relativa calma de la marina y la línea de llegada en la antigua lonja de pescado. Los competidores llevamos bañador corto. Los trajes de neopreno son permitidos pero mal vistos, y los nadadores que los utilicen no pueden optar a los premios. Yo hacía la carrera cada año mientras vivía en Asturias, y he vuelto varias veces para hacerlo desde que me vine a Barcelona a vivir en el año 2001.

El servicio de socorrismo de Caravia, verano 1997

El servicio de socorrismo de Caravia, verano 1997

Después de la Travesía del Musel 2007 con Frank Delgado - dueño del pub Ca Beleño y mi orgulloso patrocinador.

Después de la Travesía del Musel 2007 con Frank Delgado - dueño del pub Ca Beleño y mi orgulloso patrocinador.

Otras carreras que he hecho incluyen la Travesía de San Lorenzo, la Travesía de las Playas y la Travesía de Poniente.

Sin embargo la más larga y con creces la más dura fue la ya legendaria travesía a nado de Candás a Gijón. Candás es un pueblo pesquero al oeste de Gijón. En esta carrera de 13 km se nadaba desde la playa de Candás por mar abierto durante unos 8 km siguiendo el litoral y luego en paralelo al enorme dique del puerto. Se giraba en la punta del dique antes de cruzar toda la bahía de Gijón y terminar en la antigua lonja. En aquellos tiempos era la carrera más larga del circuito nacional de aguas abiertas. Yo lo completé en el año 1998.

Era un día de viento y nubes y los primeros 8 km fueron durísimos, con un mar revuelto y picado y la corriente en contra. Sin el sol en nuestras espaldas se hizo cada vez más difícil mantener el calor corporal. Yo me había untado de manteca de cerdo pero sentía cómo la hipotermia entraba en mi cuerpo, y cómo mis pies y manos poco a poco perdían la sensibilidad. Uno a uno los competidores comenzaron a abandonar la carrera, subiéndose a las lanchas y barcas de seguridad. Esta era con diferencia la prueba de resistencia más grande que había realizado, y descubrí en mí mismo una obstinación y aguante mental que no sabía que tenía. A medida que avanzaba la tarde las condiciones del mar empeoraron y las olas llegaron a alcanzar dos metros de altura. Los organizadores se acercaron a los que aún seguíamos en el agua y nos ofrecieron la posibilidad de suspender la carrera. Les dije que a no ser que me obligasen a abandonar yo seguiría adelante. No había llegado hasta ese punto y sufrido tanto para ahora tirarlo por la borda.

Después de tres horas y media de nadar básicamente sólo, alcancé la punta del dique, giré hacía la costa y comencé a cruzar la bahía. En ese momento supe que lo peor había pasado y que iba a lograr terminar. Una hora y media más tarde alcancé la línea de meta, en el segundo puesto de la carrera y con un tiempo de 4h45m. De los treinta nadadores que se lanzaron al agua en Candás tan solo seis terminamos, el último llegó ya de noche. Unos años más tarde la carrera se dejó de celebrar.

Segundo en la Travesía a Nado Candás-Gijón 1998.

Segundo en la Travesía a Nado Candás-Gijón 1998.

De todas mis hazañas deportivas ésta es la que más me enorgullece. También me ensenó dos valiosas lecciones. Una sobre mí mismo - que poseo una gran resistencia mental y determinación, y la otra sobre el entrenamiento. En preparación para Candás-Gijón había nadado distancias de hasta 5km en el mar, pero lo que tuve que nadar ese día fue enormemente superior y en verdad no estaba preparado. El castigo al que sometí mi cuerpo para terminar esa carrera me dejó con una lesión de hombro que tardó meses en recuperar. La perseverancia y la garra son grandes virtudes pero no son sustitutos de una buena preparación. Esto es un poco de sabiduría que siempre traslado a mis clientes.

Neal Shanahan